Ay el añorado décimo tercer sueldo… todos estamos esperándolo con ansias. Tantas cosas en las que gastar… espera… ¿gastar? Antes de hacerlo, necesitas evaluar el estado actual de tus finanzas personales. Ponte la mano en el corazón, revisa tus números y lee este artículo. Cuando tengas el escenario mucho más claro, podrás decidir cómo te conviene usar este ingreso extraordinario.
Para ayudarte con ello y que tu decisión sea más fácil, vamos a dejarte las mejores opciones para cuatro posibles escenarios en los que podrías encajar. Pero antes… vamos a explicarte qué es el décimo tercer sueldo, solo en caso de que seas nuevo en el mercado laboral.
¿Qué es el décimo tercer sueldo?
Es un beneficio de ley establecido en el Código de Trabajo, que se entrega a todas las personas que trabajan en relación de dependencia, jubilados y otros. Este bono no lo reciben quienes trabajan como independientes, es decir, si trabajas freelance, bueno, solo queda que tú mismo te lo pagues… (y deberías poder hacerlo).
¿Hasta qué fecha se paga el décimo tercer sueldo?
Los empleadores deben cumplir con el pago de este décimo hasta el 24 de diciembre, sí, justo para Nochebuena.
¿Cómo se calcula el décimo tercer sueldo?
Es la suma de todas las remuneraciones que has recibido entre el 01 de diciembre del año pasado al 30 de noviembre del año en curso y ese total se divide en 12. Ese es el monto que recibirás como décimo tercer sueldo.
Décimo tercer sueldo: úsalo según tu situación económica
1. Deuda alta y mucho estrés financiero
Una sola deuda que se ha salido de control es suficiente para que tu termómetro del estrés financiero marque 40. Peor si son varias las que te tienen tan estresado. Veamos entonces cómo puedes mejorar tu situación financiera y obtener más paz mental. Prioriza el uso del décimo de la siguiente manera:
Prioridad 1. Precancela o abona a tus deudas con el 50% de tu décimo
Identifica todas las deudas que tengas, tanto de tarjetas como de créditos con tus bancos o, incluso deudas informales (la que le pediste al chulquero). Para ello, usa el último estado de cuenta y la tabla de amortización si es un crédito. Pregúntate cuál te genera mayor preocupación y ordénalas bajo ese criterio: desde la más estresante hasta la menos.
Si tu estrés y malestar financiero son provocados por deudas en la tarjeta de crédito, consulta los detalles de tus diferidos y escoge uno o varios que puedas precancelar.
Mientras que si es un crédito el que no te deja en paz, entonces considera hacer un abono al capital… ¡ojo! Al capital. Al bajar ese monto, estarás bajando los intereses y por tanto el monto de tu cuota.
Consejo del experto
Las deudas informales con el chulco son de las que más estrés financiero pueden causar. Si tienes una deuda de este tipo, pon todas tus balas en cancelarla lo más pronto posible.
Prioridad 2. Ahorra el 30% y gasta el 20% de tu décimo
Los imprevistos y las emergencias de salud pueden tener un impacto enorme en la salud mental y financiera. Es entonces cuando se vuelve obligatorio tener un fondo para emergencias y gastos extra de tus meses caros. ¡Empieza uno con tu décimo tercer sueldo!
Por otro lado, destina solo el 20% de él a los gastos navideños. ¡No cedas ante la presión social y las expectativas de los demás!
2. Deuda baja y estrés financiero considerable
Aunque las deudas sean manejables, el estrés financiero puede estar muy presente por otros factores. Haz un ejercicio de reflexión para identificar cuál es la fuente de tus preocupaciones.
- ¿Son los gastos mensuales?
- ¿Siguen siendo las deudas?
- ¿Es la salud?
- ¿La imposibilidad de cumplir metas?
Prioridad 1. Usa el 40% de tu décimo para tu preocupación más grande
- Revisa y ajusta tu presupuesto de gastos mensuales para identificar cuáles puedes reducir.
- Abona o precancela a tus deudas. Vuelve al punto 1 de esta lectura para recordar cómo hacerlo.
- Ante cualquier dificultad de salud, un fondo para emergencias es ideal, porque significa un alivio y un respaldo para mantener la economía personal o familiar en orden sin importar lo que pase.
- Replantea tu meta, alarga el período para ahorrar menos dinero al mes pero por más tiempo; o, por el contrario, trata de ahorrar más para llegar más rápido.
Prioridad 2. Ahorra el 30% y gasta el 30%
Para mitigar todas esas preocupaciones de dinero, lo mejor es que ahorres por lo menos el 30% del décimo… el destino de ese dinero solo lo eliges tú. Y si tus deudas están bajo control y el ahorro a salvo, entonces destina un poco más a los gastos navideños y pagos varios… ¡pero tampoco se trata de que Papá Noel tire la casa por la ventana!
3. Sin deudas, sin ahorro y mucho estrés financiero
Prioridad 1. Usa el 70% del décimo para ahorrar
La incertidumbre por el futuro puede ser un gran disparador de estrés financiero y, aunque no puedes controlar lo que pase más adelante, sí puedes controlar la forma en cómo y con qué herramientas vas a enfrentar ese futuro. Tu herramienta va a ser el ahorro, gracias a tu décimo tercer sueldo.
En caso de perder tu trabajo, solo el ahorro sostenido y disciplinado te dará libertad de escoger el trabajo que quieras y rechazar las ofertas que no te convengan.
Cuando las emergencias médicas llegan, solo el ahorro te permitirá cubrir gastos mayores, en lugar de poner a la familia a correr con los hornados (o encebollados) solidarios.
Y una vez más, es el ahorro el que te permitirá cumplir metas: pagar la universidad de tus hijos, empezar un doctorado, comprar una casa y cualquier otro objetivo de vida.
Consejo del experto
Ahorra en una cuenta que te dé intereses sobre el monto ahorrado. Eso hará crecer tu dinero y, sobre todo, podrás protegerlo de la inflación (lo que hace que el dinero pierda valor en el tiempo).
Prioridad 2. Destina el 30% para gastos
Ya estás ahorrando y has dado un gran paso hacia una vida financiera sin estrés. Ahora, puedes destinar el 30% de tu décimo tercer sueldo a los gastos navideños y otros gastos fuertes que vienen con el nuevo año, como el impuesto predial y la matriculación vehicular.
4. Sin deudas, con ahorro y poco/nulo estrés financiero
Estás donde todos quieren estar. Se nota que has estado haciendo las cosas bien y que tus finanzas personales son un refugio para ti, en lugar de representar una causa de estrés. Por supuesto, sabrás que la racha se mantiene con esfuerzo, constancia y dando pasos hacia adelante con cada decisión financiera. Así que estas son nuestras sugerencias para ti:
Prioridad 1. Invierte el 50% de tu décimo
Estás listo para dar el siguiente paso: invertir. Si eres nuevo y te da un poco de temor invertir, busca productos de renta fija en tu banco o compra acciones de empresas ecuatorianas (renta variable). La idea es que si puedes, diversifiques tus inversiones. Es decir, pongas un poquito aquí y un poquito allá. Pero también puedes empezar con una y analizar cómo te va.
Lo importante es que rompas con esa creencia de que para invertir hay que tener mucho dinero o que es cosa de ricos. Hoy en día, las inversiones se han democratizado tanto y es tan fácil acceder a ellas, que ya no tienes excusas para no empezar.
Recuerda que las inversiones premian la paciencia y solo con el tiempo podrás ver los ingresos extra que te proporcionarán. Cuanto más tiempo mantengas y cuides tus inversiones, mejor te va a ir y más libertad financiera tendrás.
Consejo del experto
¡Cuidado con las inversiones fáciles y rápidas! Los negocios que parecen demasiado buenos para ser verdad, no suelen ser verdad. Son meras estafas diseñadas para robar tu dinero.
Prioridad 2. Divide el 50% restante a conveniencia entre ahorro y gasto
Lo que queda de tu décimo tercer sueldo luego de empezar a invertir, divídelo como más te convenga para seguir alimentando tus ahorros y cubrir los gastos navideños, además de otros pagos obligatorios, como hemos mencionado antes.
Eso sí, el año que viene mantén tu racha y busca formas de optimizar aún más tu dinero y si ya nos acompañas en Kamina, entonces sabes que en tu app encuentras todo para lograrlo.
En resumen
Estas son algunas formas en las que puedes dividir tu décimo tercer sueldo de acuerdo a la situación con la que te sientas identificado. Toma en cuenta que esta es una guía pero que tienes que analizar tus necesidades particulares para ajustar los porcentajes.
¡Auxilio, aun no tengo Kamina para mejorar mis finanzas!
